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lunes, 28 de octubre de 2013

Sensibilidad dental. Qué es y cómo tratarla.

La sensibilidad dental es una sensación dolorosa cuando ingerimos ciertos alimentos o líquidos. Es frecuente cuando tomamos bebidas frías o calientes. Una patología cada vez más común.



 
La causa de esta sensibilidad exagerada es la exposición de la dentina a los agentes exteriores. La dentina es la parte del diente que está protegida por la encía. Esta parte del diente tiene unos canales llamado túbulos dentinarios que van del exterior del diente hacia el centro donde se encuentra el nervio y los vasos sanguíneos que alimentan al diente. En este caso quedan al descubierto estos túbulos dentinarios y transmiten sensaciones que en una pieza sana no tendrían lugar. Estas sensaciones son interpretadas como dolor por el cerebro, como pinchazos.
 

Los alimentos muy ácidos, muy dulces atacan el esmalte dental y lo hacen más débil y poroso. Esto favorece la sensibilidad. Una boca mal cuidada con encías inflamadas (gingivitis) a la larga produce una retracción de las encías. "Se echan para atrás" dejando expuesta esta zona tan sensible que es la dentina.



Para tratar este problema se usan pastas y enjuagues bucales con una fórmula específica. Uno de los compuestos más eficaces es el nitrato potásico que interfiere en la transmisión del impulso nervioso en los túbulos dentinarios. Incorporan otras sustancias destinadas a mejorar el el estado de las encías para favorecer su regeneración. Se puede solucionar el problema si la calidad de la encía es buena y no está muy retraída. Por supuesto estos tratamientos también previenen la aparición de caries con el flúor que incorporan.

Recientemente han aparecido en el mercado tecnologías aún más modernas. Tienen un tamaño de partícula menor que permite que los componentes activos penetren dentro de los túbulos dentinarios con mayor eficacia. Conocidas como nanopartículas de hidroxiapatita que es el mineral que forma los dientes. También se la conoce como tecnología "repair" y como su nombre indica repara y protege la superficie del esmalte restableciendo la estructura natural del diente.

En casos de crisis de hipersensibilidad se pueden usar estas pastas para proteger una zona delicada aplicándola directamente con el dedo.

Seguiremos informando para cuidar vuestra higiene bucal.

Salud-os!

lunes, 21 de octubre de 2013

Encías inflamadas o Gingivitis

En una boca sana no es normal que sangren las encías de manera espontánea ni siquiera después del cepillado. Si te ocurre es que tienes las encías inflamadas, lo que técnicamente se conoce como gingivitis.

Nos gustaría destacar que el tabaquismo es un hábito muy dañino para las encías. Si queremos tener una boca sana es imprescindible dejar el tabaco, que como es bien sabido tiene otros muchos perjuicios para la salud.

La acumulación de placa baceriana o sarro es uno de los principales factores que irritan las encías. Un correcto cepillado de los dientes ayudará a combatirlo. Recordamos que es conveniente visitar al dentista para hacer un control rutinario una vez al año. Si el dentista observa que tenemos mucho sarro nos indicará una limpieza que elimina esta acumulación. Hay personas que tienen un posicionamiento de los dientes o una saliva que favorece la placa bacteriana y deberán vigilar más de cerca este problema. En estos casos difíciles os sugerimos usar un cepillo de dientes eléctrico que elimina más placa que uno manual.



Lo primero que recomendamos a una persona con gingivitis es que use un cepillo de dientes adecuado, de dureza suave. De esta manera evitaremos el sangrado con el cepillado. En el mercado hay pastas de dientes formuladas especialmente para tratar las encías inflamadas, algunos ejemplos son Gingilacer, Vitis encías, Bexident encías, Gingikin...

Podemos decir que hay dos tipos de tratamiento. El de choque para los casos más graves y posteriormente se cambia al tratamiento de mantenimiento.
 

El tratamiento de choque consiste en aplicar pasta dentífrica y enjuague bucal a base de clorhexidina. Es un antiséptico muy eficaz además de antiinflamatorio. Los dentistas lo indican también después de intervenciones o extracciones dentales para prevenir infecciones. En casos graves o zonas localizadas especialmente inflamadas está indicado usar también un gel bioadhesivo de clorhexidina. Este gel se pega a la encía y alarga su efecto más tiempo que la pasta o el enjuague.

El inconveniente de la clorhexidina es que en tratamientos largos (más de 1 mes) puede teñir el esmalte dental de un color marrón. No es nada peligroso y se elimina con una limpieza en el dentista, pero estéticamente es desagradable. Por esto se recomienda pasar al cabo de unos 15 días al mantenimiento.

En la composición de los tratamientos de mantenimiento encontramos ingredientes como la provitamina B5 que favorece la regeneración de los tejidos o la enoxolona que es un antiinflamatorio de origen natural derivado del regaliz. Contienen la cantidad adecuada de flúor para proteger frente a la caries. Se añaden antisépticos como el triclosan para controlar el crecimiento de bacterias en la boca. Son muy efectivas y seguras. Se pueden usar a diario sin riesgo de que se modifique el color del esmalte dental.

Otro punto clave es limpiar a fondo los espacios interdentales que es uno de los lugares donde más se acumula la placa bacteriana. Se pueden usar cepillos interdentales o hilo dental, lo que sepamos manejar mejor. De esta manera conseguiremos tener mejor controlada la inflamación de las encías.

Es recomendable masajear las encías con un cepillo de dientes suave para activar la circulación sanguínea y tonificarlas. Se puede hacer en el mismo momento del cepillado de los dientes.

Si la gingivitis no se trata puede avanzar, hacerse crónica y degenerar en una periodontitis. Esta enfermedad es la principal causa de pérdida de piezas dentales. Se hacen bolsas de pus en las encías que son muy difíciles de eliminar si no es en el dentista. La inflamación llega hasta el hueso mandibular y el diente pierde sujeción. Como podréis imaginar una boca con periodontitis no tiene un aspecto agradable.


¡Si no queréis acabar como las gallinas, a cuidar las encías! :-)

Salud-os!