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lunes, 26 de septiembre de 2016

Piel atópica. Qué es y cómo tratarla

La primera defensa frente a los agentes externos es nuestra piel. Se podría ver como un escudo protector. La piel atópica o atopía es una alteración en la función barrera de la misma. La capa más externa está formada por la microbiota cutánea o flora saprófita. Son unos microorganismos beneficiosos que impiden el desarrollo de otros patógenos que provocan diferentes infecciones en la piel. También encontramos el manto hidrolipídico en la capa externa de la piel que impide la evaporación del agua y mantiene la hidratación adecuada.

La piel atópica afecta a bebés y niños principalmente pero algunos adultos también la pueden sufrir. Se relaciona el hecho de sufrir piel atópica en la infancia con otras enfermedades en el adulto como psoriasis o dermatitis. Existe una cierta predisposición genética, es decir; si algún familiar la sufre es más probable que nos afecte.

Es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Se produce un círculo vicioso. Al estar alterada la función barrera se produce descamación y sequedad. A su vez producen irritación e infección por la entrada de sustancias irritantes, alérgenos y microorganismos patógenos. La piel se inflama presentando un aspecto seco, rugoso y descamado. Esto produce picor y rascado que a su vez aumentan la irritación y el riesgo de sobreinfección y altera la función barrerá. De esta manera volvemos a estar al principio del círculo.


Las lesiones aparecen en distintas partes del cuerpo. Suele iniciarse en la cara sobretodo mejillas. Luego en flexuras como la parte anterior de los codos y luego puede aparecer en el resto del cuerpo.
Los síntomas de la piel atópica son el picor, irritación, sequedad y enrojecimiento. Estos producen irritabilidad, nerviosismo incluso falta de sueño. Es una enfermedad que se manifiesta en brotes durante los cuales se agravan las lesiones y los síntomas empeoran.


Consejos al paciente con atopía.

  • Mantener siempre limpias y cortas la uñas para evitar el rascado agresivo y posibles infecciones.
  • Mejor bañarse que ducharse ya que así aumentamos la hidratación y facilitamos la penetración de los tratamientos en la piel además de reducir el estrés.
  • Utilizar jabones suaves o syndets (sin detergentes) que no resequen la piel. Sin perfumes con pH neutro y sobreengrasantes para restaurar la barrera cutánea. 
  • No usar manoplas ni esponjas de baño evitando la fricción sobre la piel.
  • El secado muy suave sin frotar con la toalla.
  • Mantener la piel buen hidratada con productos específicos. Realizar un masaje añade un acto beneficioso para el bebé o niño que le ayuda a relajarse. Ideal antes de dormir.
  • Evitar los tejidos sintéticos o lanas ya que aumentan la temperatura corporal y favorecen el picor. Mejor prendas de algodón o lino que facilitan la transpiración. 
  • En el hogar conviene evitarlos cambios bruscos de temperatura.
  • En verano puede bañarse en piscinas o el mar aunque mejor no hacerlo durante los brotes. Los desinfectantes de las piscinas pueden aumentar el picor. Usar crema solar indicada para pieles atópicas.
Productos para el cuidado del a piel atópica


  • Gel de baño syndet. Limpian la piel sin alterar el equilibrio cutáneo. Algunos jabones normales contienen detergentes que pueden arrastrar el manto lipídico y dejar la piel más expuesta a agresiones.
  • Hidratación corporal. Calma el picor y reduce la sensación de sequedad, picor e irritación. Estos 2 productos son fundamentales. Son el tratamiento de base para prevenir los brotes y retrasar la aparición de los mismos.
  • Hidratación facial. El frío agrede la piel de la cara y la zona de las mejillas es muy sensible. Aporta suavidad, confort y protección solar (lo más habitual es protección SPF 20) frente a las agresiones externas.
  • Cremas coadyuvantes durante los brotes. Se combinan con las cremas de tratamiento a base de corticoides que prescribe el médico. Permiten recuperarse antes y emplear menor dosis de cortisona reduciendo los efectos no deseados. En brotes leves pueden ser suficiente por ellas mismas sin necesidad de recurrir a corticoides.
Para las pieles adultas disponemos de cremas antiarrugas especialmente formuladas para pieles atópicas e intolerantes del adulto.

Para cualquier duda no dudéis en contactarnos. Resolveremos vuestras dudas encantados. Si queréis un consejo más personalizado os invitamos a visitarnos en www.farmacialluis.com

Salud-os!