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miércoles, 27 de enero de 2016

Conoce la copa menstrual

La copa mestrual es una alternativa al uso de compresas y tampones durante el periodo menstrual. En España no se conoce demasiado este producto pero cada vez es más popular dadas sus ventajas. Pero en otros países europeos sobretodo en el norte es muy conocido y utilizado.

La mejora del medio ambiente es uno de los puntos fuertes de la copa menstrual. Sólo hay que pensar en la cantidad de árboles necesarios para obtener la celulosa y las toneladas de residuos que generan los tampones y compresas. Además de contener plásticos de difícil degradación.

Vamos a explicar en detalle qué es la copa menstrual. Se trata de un pequeño recipiente hecho de silicona de grado médico muy suave y flexible. No absorbe el flujo sino que lo recoge evitando así alterar el equilibrio de la flora bacteriana íntima y la sequedad que pueden producir los tampones. Son flexibles y se adaptan al cuerpo femenino, válidas para cualquier día del periodo ya sea con flujo abundante o ligero.

Son fáciles de usar. Sólo hay que doblarla e introducirla en la vagina y se abrirá para formar un sellado con las paredes vaginales. Es tan suave que no la sentirás al llevarla. Sin manchas ni malos olores. No contienen ni aditivos químicos, blanqueantes o fibras. Sin cordones ni compresas podrás vestirte como quieras. Son saludables para tu cuerpo y buenas para el medio ambiente. Además ahorrarás dinero porque son reutilizables. Una copa menstrual dura de media unos 8 - 10 años.

Tenemos 2 marcas diferentes para que puedas elegir la que más te guste. La primera es Ammolondon. Su modelo estándar ofrece hasta 12 horas de protección continua frente a las 4 horas de los tampones. Su diseño hace muy fácil introducirla y extraerla.



Sobre la limpieza y mantenimiento de la copa. Si estáis en un aseo público fuera de casa se puede vaciar y volver a colocar porque las paredes externas de la copa no se manchan, todo el flujo queda dentro de la copa. Se puede limpiar con agua y jabón neutro. Es recomendable al final de cada ciclo menstrual higienizarla de la siguiente manera. Poner un recipiente con agua a hervir y sumergir la copa durante 3 minutos. Así quedará lista para otro ciclo con todas las garantías higiénicas.

En segundo lugar tenemos la marca enna cycle. Está desarrollada con el asesoramiento de ginecólogos. De material muy suave tiene la gran ventaja de incorporar un aplicador que hace más fácil su uso para las mujeres habituadas a usar tampones.


Cada caja trae 2 copas para poder cambiarse fuera de casa sin problemas y discretamente en cualquier baño público. También se incluye un estuche para guardarla y esterilizarla en el microondas con agua. Muy práctico. El detalle final es un hilo de silicona que nos ayuda a controlar que la copa está bien colocada y facilita su extracción. Como podéis ver es muy muy completa. Aquí tenéis un enlace a un video de youtube muy clarificador Ver vídeo.


Se comercializan 3 tallas: S, M y L. Las tallas S y M se pueden adquirir con aplicador o sin cuando ya tenemos más confianza con la copa menstrual. La talla L solamente se comercializa sin aplicador. El laboratorio ofrece garantía de cambio. Si te equivocas al elegir la talla te la cambian en un plazo de 15 días a través de la farmacia donde la hayas adquirido. Un extra de seguridad a la hora de dar el paso a la copa menstrual.

Resumen de las ventajas de la copa menstrual:

  • Saludable. no produce sequedad, irritación o alergias. Respeta tu equilibrio íntimo. No se acumulan gérmenes y no interfiere con el pH vaginal.
  • Cómoda. Tan suave y delgada que no la sientes al llevarla. Sin necesidad de cambios tan frecuentes como con los tampones.
  • Segura. Fabricada en silicona de grado médico. No contiene sustancias químicas nocivas o decolorantes. Hipoalergénica.
  • Ecológica. Reduce la contaminación ambiental. Ya no tirarás más compresas o tampones a la basura.
  • Buena inversión. Es reutilizable y con hasta 10 años de vida útil. Se recupera la inversión a los pocos meses.
En Farmacia Lluis podréis ver y tocar de primera mano las copas menstruales y os asesoramos al elegir la que más os conviene. Aclararemos las dudas que os puedan surgir.

¡Salud-os!

miércoles, 13 de enero de 2016

Los mocos en los niños

Los mocos en los niños, ¿amigos o enemigos?

Cualquier padre o madre que se precie sabe que los mocos llegan en septiembre y no se van hasta junio. O sea, que empieza el curso, empiezan los mocos, es verdad absoluta. Y son un quebradero de cabeza.

Porque si los mocos solo se limitasen a caer como cera en las velas aún te podrías dar con un canto en los dientes, pero ¿qué haces cuando los muy puñeteros no dejan vivir a tu peque? Si es un bebé, ya no te digo nada, puede ser realmente desesperante ver que no le dejan respirar, ni comer en condiciones y que en lugar de tu hijo parece el mismísimo heredero de Darth Vader.

Si tu peque es mayorcito por suerte ya sabrá sonarse solo, cosa que ayuda y se agradece, pero verás caer esos mocos enormes que no sabes ya si a quien tienes delante es a tu adorable hijo, tan guapo para ti y al que tanto quieres, o a uno de esos feos trolls de David el Gnomo y no por feo -tu hijo, que los trolls lo son un rato largo-, sino por esos fluidos densos y espesos colgando de sus fosas nasales.


El caso es que pueden llegar a ser desesperantes porque no se van, pero no debemos olvidar que los mocos son amigos, si están ahí es por algo, por lo que no se trata de eliminarlos completamente sino lograr que la convivencia niño-mocos sea lo más pacífica posible.

Evitar que se produzcan mocos es mecánicamente imposible e intentar prevenirlos es perder el tiempo. Son un elemento natural del cuerpo humano, las fosas nasales crean mucosa como defensa al ser puerta de entrada de virus y bacterias, por lo que si intentáramos eliminar su producción estaríamos generando más perjuicio que beneficio. Los mocos deben existir, nos guste o no.



¿Qué recursos hay para aliviar las molestias producidas por los mocos?

Pues por haber, hay muchos: cuidados básicos, homeopatia, medicamentos específicos, solo hay que saber bien cuándo recurrir a cada uno de ellos. Si partimos de la base de que los mocos no son una enfermedad, deberíamos descartar el uso de medicamentos o al menos solo recurrir a ellos cuando sea estrictamente necesario, siempre bajo indicación médica. No olvides que en ocasiones utilizar un medicamento tiene más efectos secundarios que el propio mal a tratar.

Confieso que yo soy de las que prefiere convivir pacíficamente con ellos, asumir que nos van a acompañar todo el invierno e intentar que molesten lo menos posible. Con los mayores es relativamente fácil porque al sonarse es más fácil eliminar el moco sobrante. La puñeta es cuando producen más de lo físicamente tolerable o se resfrían, esos mocos puñeteros que no les dejan respirar y aunque durante el día aún se sobrellevan, por la noche no les dejan dormir.

Mis hijos odian lavados nasales, y no me extraña porque no hay cosa más desagradable que sentir ese líquido a presión subir a toda leche por la nariz que parece que te va a salir disparado por los ojos. Es ver el spray nasal y salir huyendo como alma que lleva el diablo. Así que, para no llegar a ello, como primera medida aumentamos la ingesta de líquidos a tope, damos más tiempo al baño o a la ducha para que el vapor generado les despeje las vías respiratorias, pongo una cebolla abierta en su cama para que les ayude a la hora de dormir... Vamos, lo clásico.

Como no nos gusta ni a mi medicar ni a ellos tomar medicamentos pero a veces necesitan saber que se están tomando algo específico, recurrimos a la homeopatía, que no sé si será efectiva pero al menos sí tengo la seguridad de que no tiene efectos secundarios. Y ellos parece que se quedan más tranquilos sabiendo que se toman algo para encontrarse mejor, de hecho, a pesar de odiar los medicamentos ellos mismos me lo piden cuando están muy agobiados.


¿Qué hago con los mocos de mi bebé?

Con mi bebé el cuento cambia. El pobre sufre el "mal de los hermanos mayores", que viene siendo pillar todo lo que ellos tengan, y arrastra mocos desde su primera semana de vida. Es lo que tiene que quieran tocarlo, abrazarlo, besarlo continuamente, y no puedo prohibírselo. Aunque intento que se laven bien las manos y tengan cuidado, los virus van con ellos, es inevitable, así que con lo pequeño que es, un día por otro siempre tiene mocos.

¿Cómo los trato? Pues con cuidado, y siempre de menos a más. Meto a mi bebé en el baño mientras nos duchamos para aprovechar el vapor del agua, y si no se descongestiona entonces recurro a los lavados nasales, antes de comer y sobre todo antes de acostarlo. No abuso de ello tampoco porque casi lo pasa muy mal le meto el jeringazo. A la hora de dormir intento que esté algo incorporado elevando el colchón o dejando que duerma sobre mi, eso le alivia mucho.

Lo que NO utilizo nunca es el típico saca mocos, lo odio y he leído que también tiene más perjuicio que beneficio no solo porque puede fomentar que se produzca más moco aún sino porque al aspirar puede desplazar mucosidad al oído, que ésta se infecte y derive en otitis. Tengo dos aspiradores nasales nuevos, sin estrenar, y por mí se van a quedar así. Es que solo pensar en la sensación del aspirado ya me entra dentera, ¿lo has probado alguna vez? Te aseguro que si lo haces no volverás a aspirar los mocos de tu hijo. Cosa más desagradable.

En resumen, los mocos van a estar ahí, queramos o no, y como se suele decir, si no puedes con el enemigo únete a él. Los mocos son amigos y lo mejor es que me haga a la idea de ellos y que más que intentar eliminarlos, trate el malestar que producen.

Así que en temporada de mocos...