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lunes, 27 de mayo de 2013

Más recomendaciones para tomar el sol

Vamos a seguir con el tema del sol que da mucho de sí.

El factor de protección es un número que nos indica cuantas veces podemos multiplicar el tiempo de exposición sin quemarnos. Una piel clara por ejemplo tardaría 10 minutos en quemarse al sol. Con un protector solar factor 30 podría estar 300 minutos al sol sin quemarse. Una piel más oscura que tardara 20 minutos en quemarse podría estar 600 minutos al sol con el mismo factor 30. Aunque los productos son resistentes al agua se recomienda volver a aplicar cada 2 horas de exposición. También es importante aplicar en cantidad adecuada para conseguir la protección que indica el envase. Si no ponemos cantidad suficiente nos quemaremos antes o nos quedarán zonas expuestas.

Si planeamos un día de playa es recomendable evitar las horas de máxima insolación entre las 12 del mediodía y las 4 de la tarde. La primera aplicación de la crema solar debería ser media hora antes de ponerse al sol, untarse bien de crema en casa antes de salir es lo más conveniente.

Es importante que los primeros días estemos pocas horas al sol. Podemos ir aumentando el tiempo de exposición de manera progresiva. Así damos tiempo a nuestra piel a desarrollar los mecanismos de defensa adecuados. La principal defensa es la producción de melanina. Es un pigmento oscuro que nos da el color moreno en la piel. Protege las células de la piel del daño de la radiación solar. Pero se tarda un tiempo entre la exposición solar y la fabricación del pigmento. Por eso hay que tomar el sol progresivamente.

Si nos excedemos en tomar el sol corremos el riesgo de sufrir una insolación. Los síntomas son desorientación, cansancio extremo, náuseas, vómitos e incluso se puede llegar a perder la consciencia.

El golpe de calor también puede darse en esta situación. Se produce cuando los mecanismos de control de la temperatura corporal fallan. Dejamos de sudar y nuestra temperatura se eleva muy por encima de lo habitual. Para evitarlo es recomendable hidratarse con frecuencia y refrescarse de vez en cuando.

Son de reciente aparición complementos nutricionales que ayudan a preparar el bronceado. Contienen ingredientes como antioxidantes, betacarotenos, vitamina E, ácidos omega3 y otros. Preparan la piel para un bronceado seguro, de mayor duración y más uniforme en pieles con tendencia a mancharse. Facilitan mayor fotoprotección y ayudan a mitigar el eritema solar. Presentan otros beneficios como una piel más nutrida y tersa. Previenen el envejecimiento prematuro cutáneo. Se recomienda empezar 15 días antes de la exposición, seguir durante este periodo y los 15 días siguientes para maximizar los resultados.

Los niños son especialmente sensibles dado que su delicada piel no dispone de los mecanismos de defensa completos del adulto. Es más fina y frágil. No se recomienda que los niños de menos de 3 años tomen el sol como lo hacemos los adultos en la playa. Con una adecuada protección se les puede llevar un rato pero sin abusar. Deben ir cubiertos con ropa fresca, gorro y mejor si están debajo de una sombrilla o parasol.

Para niños un poco más mayores hay protectores solares con texturas adaptadas. Hidratan más su piel y resisten los roces con la arena y el agua. Ideal para los peques más movidos. ISDIN llama a esta gama infantil Pediatrics, y cada marca tiene productos específicos para los niños. Aunque esté diseñado para niños, a un adulto también le protegerán.

Hoy en día se han mejorado muchísimo las texturas de los fotoprotectores. Esa imagen de la piel embadurnada de blanco ha pasado a la historia. Se han conseguido productos con una cosmética agradable y altísima protección. Incluso han aparecido algunos ideales para zonas pilosas. Muy útil en hombres ya que tiene una textura que no se nota que lleves crema. Otra zona importante y a menudo olvidada es la calva masculina. Se debe proteger con una gorra o en su ausencia aplicar portector solar. Cabe decir que esta piel es más sensible porque ha perdido la defensa que tenía con el cabello y además está en la zona del cuerpo más expuesta al sol.

Desde las instituciones públicas se está insistiendo mucho en la prevención del cáncer de piel. Se focaliza mucho este esfuerzo de información y concienciación hacia la gente joven, deportistas y gente que pasa mucho tiempo al aire libre. Esto se debe al alarmante incremento de casos de melanoma y otros tipos de cáncer de piel en personas jóvenes. Afortunadamente la gente cada vez toma más conciencia sobre lo importante de esta prevención.

Salud-os!


lunes, 13 de mayo de 2013

Cómo protegerse del sol

Parece que ya vamos dejando atrás el frío y tenemos muchas ganas de que nos dé el sol después de un largo invierno. Tomar el sol tiene múltiples beneficios. Es imprescindible para activar la vitamina D y fortalecer nuestros huesos fijando el calcio en los mismos. Tiene un claro efecto positivo sobre nuestro estado de ánimo, podría decirse que nos carga las pilas. Otro beneficio del sol es para las pieles con tendencia acnéica que mejoran con exposiciones moderadas al sol.

Pero para disfrutar de estos beneficios también hay que tener en cuenta los riesgos del sol. La luz solar se compone de varios tipos de radiaciones y algunas son dañinas para la piel.
  • Radiación IR o infrarroja. Es en parte la responsable de que nos quememos ya que aporta energía calorífica.
  • Radiación visible. Forma los colores que vemos a simple vista y no supone ningún riesgo. Estamos especialmente adaptados a ella.
  • Radiación ultravioleta. Incluye UVA y UVB. Son responsables del daño celular a largo plazo. Afectan la integridad del ADN y un exceso puede degenerar en cáncer de piel.
  • Otras radiaciones. El resto de radiaciones peligrosas para el ser humano son filtradas por la capa de ozono que nos protege de ellas.

Todos hemos comprobado como la gente más oscura de piel aguanta más tiempo de exposición al sol sin quemarse. Por eso existen los fototipos. Es una manera de clasificar los tipos de piel de más claro a más oscuro.
  • Fototipos 1 y 2. Pieles muy claras. Recomendable un factor alto o muy alto, 50.
  • Fototipos 3 y 4. Pieles claras. Recomendable un factor alto, 30-40.
  • Fototipos 5 y 6. Pieles oscuras y negras. Recomendable un factor medio. 15-25.

Cuanto más oscura es la piel mayor cantidad de melanina o pigmento protector del sol contiene. Resisten mejor la exposición al sol, pero esto no significa que no se quemen y que los efectos nocivos del sol no les afecten.

Los protectores o filtros solares son sustancias que son capaces de absorber la energía del sol evitando que afecte nuestra piel. Pueden ser de diversos tipos.
  • Filtros químicos. Absorben parte de la energía del sol gracias a sus enlaces químicos evitando que afecten a nuestra piel. Devuelven esa energía en forma de calor inofensivo para la piel. Ejemplos: cinamato de bencilo, salicilato de fenilo. A veces presentan nombres registrados.
  • Filtros físicos. Efecto pantalla. La radiación solar se refleja, rebota y no alcanza nuestra piel. Muy usados en alergia a los filtros químicos. Ejemplos: dióxido de titanio y óxido de zinc.
  • Filtros biológicos. Los más modernos. Vitaminas A, E, B5. Efecto antioxidante. Bloquean radicales libres y reducen el envejecimiento celular.
Se dice que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo y que además tiene memoria. Esto significa que tiene una capacidad limitada de absorber radiación solar a lo largo de la vida. Si nos pasamos la piel empezará a quejarse. Irritaciones, alergias al sol, manchas, degeneración y en casos extremos cáncer de piel. Recientes estudios han confirmado que es el tipo de cáncer que más ha crecido en los últimos años. Por eso es tan importante protegerse adecuadamente del sol.

En una próxima entrada seguiremos hablando de solares, especialmente los de niños que son los que más protección necesitan.

Salud-os!