Es época de
exámenes y los estudiantes se ven sometidos a una presión muy fuerte que les
puede llevar a fracasar u obtener unos resultados más bajos de los esperados.
La ansiedad se presenta como un síntoma asociado a esta situación de estrés y
es importante que los padres estén cerca de sus hijos en estas situaciones.
Lo mejor y más
importante es no presionar a los estudiantes porque de esta manera no
contribuimos a disminuir de ninguna manera sus nervios, ya solamente alterados
por el simple hecho de tener que examinarse. A veces hay que pararse a
reflexionar y ver qué nivel de exigencia se está pidiendo al alumno. El miedo a
fracasar y sus consecuencias suele ser uno de los motivos que provocan ese
estado ansioso que puede llegar a paralizar.
Los padres juegan
un papel fundamental en estos momentos de estrés, por eso hay que intentar
estar ahí, a su lado, haciéndoles ver que estamos junto a ellos en los momentos
cruciales, pero sin presionar.
Al mismo tiempo es
crucial motivarles. Se trata de hacerles ver que valoramos su esfuerzo y
animarles con comentarios positivos cada vez que alcanzan sus logros. De esta
manera, se consigue un refuerzo psicológico que puede contribuir a conseguir
las metas fijadas.
Si conseguimos
que los niños sean capaces de controlar esa ansiedad ante un momento importante
de su vida, como son los exámenes, a la par estaremos contribuyendo a que sepan
gestionar el estrés ante otras circunstancias vitales. En definitiva, se trata
darles esas herramientas que ellos puedan aplicar en su crecimiento y
desarrollo. Del mismo modo, si se produce un fracaso no hay que poner el grito
en el cielo, ni enfadarse. Lo ideal es mantener un diálogo, analizar las causas
de ese suspenso, en este caso, y ver qué remedios se pueden tomar para evitar
que vuelva a suceder.
Además de estas
medidas, podemos recurrir a distintas opciones para tranquilizarnos, tanto los
padres como los hijos. La homeopatía se presenta en estos casos como una opción
interesante, ya que es efectiva para tratar el estrés, la ansiedad y otros
problemas derivados como puede ser el hecho de no poder dormir por las noches.
En este caso, algunos médicos homeópatas recomiendan Sedatif,
un medicamento homeopático fabricado por Laboratorios Boiron. Se trata de una
alternativa que pueden tomar tanto padres como niños, ya que no produce
somnolencia y además se puede tomar sin temor a que se genere una dependencia
de los mismos ya que no funcionan igual que otros ansiolíticos. Por último, la
memoria y la concentración, tampoco se ven afectadas, al contrario, al tener
ese efecto calmante permite tener todos los sentidos centrados en el estudio.
Fuente: Cursos.es
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