Quien más quien menos decide hacer dieta o cuidarse un poco más haciendo el propósito de comer mejor. Pero el éxito en este tema depende de la constancia. No sirve de nada hacer sacrificios enormes durante un breve periodo de tiempo. Perderemos peso pero lo recuperaremos más tarde. Es lo que se conoce como el efecto yoyó.
Es fundamental conocer mejor los alimentos. Cuáles tienen más calorías y hay que dosificar su consumo. Las pirámides alimentarias son una representación gráfica sencilla que nos da idea de qué alimentos debemos comer con más frecuencia y formar la base de nuestra dieta y de la pirámide. A medida que subimos la pirámide se reduce la cantidad recomendada de esos alimentos. En la punta se encuentran alimentos que se deben consumir con moderación.
Si analizamos lo que comemos y nos damos cuenta de que nuestra dieta no coincide con la pirámide recomendada es que tenemos que modificar nuestros hábitos. Conseguir unos hábitos correctos es fundamental para mantener un peso adecuado a largo plazo.
Los alimentos nos aportan nutrientes esenciales y calorías que son la fuente de energía que el cuerpo necesita. Haciendo un símil con una balanza, en un lado lo que comemos y en el otro lado lo que gastamos. La actividad física es un factor importante para controlar el peso. Es una manera de quemar calorías y equilibrar la balanza entre las calorías que ingerimos y las que gastamos. Esto engloba desde caminar hasta ejercicios de alta intensidad, adaptándolo a la condición de cada persona. La situación ideal es de equilibrio de la balanza. Lo que ingerimos es lo que gastamos. Si se desequilibra a la izquierda, en el sentido que ingerimos más calorías de las que quemamos aumentaremos de peso. Y viceversa, si aumentamos el gasto energético con actividad física inclinaremos la balanza a la derecha y reduciremos nuestro peso.
Cada año salen dietas milagro que prometen resultados inmediatos prácticamente sin esfuerzo. Hay que huir de estos reclamos fáciles que además pueden perjudicar la salud. No son más que una ilusión que se aprovecha de nuestras ganas de tener resultados rápidos sin muchas complicaciones ni cambios. La dieta debe ser variada, comer de todo en cantidades adecuadas. Si hacemos dietas de un solo alimento estamos dejando de tomar vitaminas y nutrientes necesarios para el correcto funcionamiento del organismo. Las dietas que eliminan algunos grupos de nutrientes como azúcares, proteínas o grasas tampoco son equilibradas y pueden forzar el riñón o el hígado. Además al dejar estas dietas y volver a la alimentación habitual se recupera el peso si no se mejoran los hábitos de alimentación.
Lamentablemente hay personas que sólo con la dieta les cuesta muchísimo perder peso y se desmotivan con facilidad. En la farmacia se pueden encontrar productos para ayudar a reducir el peso. Acompañados de una dieta saludable, equilibrada y variada contribuyen a acelerar el proceso. Así se obtienen resultados antes y se refuerza positivamente la motivación del paciente. Pero insistimos, una vez perdido el peso es fundamental modificar los malos hábitos que nos han llevado a subir de peso para que se mantengan los resultados.
Uno de los productos estrella que tenemos por su efectividad es Alli. Está indicado en personas con sobrepeso importante, con IMC (Índice de Masa Corporal) superior a 28. Pero, ¿qué es el IMC y cómo se calcula?
Este número nos da una idea del nivel de sobrepeso del paciente bastante acertada en adultos. Según la OMS se clasifica a los pacientes según el IMC así:
Algunos productos para el control de peso actúan captando la grasa que ingerimos en la dieta e inhiben las lipasas que son las enzimas encargadas de asimilar las grasas. Permiten reducir el peso de manera importante y segura. El principal inconveniente es que si hacemos una comida muy grasienta pueden dar diarrea pasajera porque la proporción de grasa en las heces es mucho mayor. Tienen alguna limitación en pacientes con enfermedades crónicas, por eso recomendamos consultar al farmacéutico antes de tomarlo.
Hay también productos drenantes que ayudan a eliminar la retención de líquidos que sufren especialmente las mujeres. Permiten una rápida pérdida de peso que motiva a los pacientes pero debe acompañarse de corrección de hábitos nutricionales para tener éxito a medio y largo plazo. También alivian problemas circulatorios como hinchazón y pesadez en las piernas. Pueden tener algún componente laxante que dinamiza el tránsito intestinal que es beneficioso dada la alta prevalencia del estreñimiento.
Algunos de estos productos tienen ofertas, regalos o promociones. No dudéis en pasar por la farmacia y os aconsejaremos cuál es el producto más adecuado para vuestro caso.
¡Salud-os!
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