Todos los usos de la homeopatía para la madre y la mujer
La doctora Estel Aluart
Bardalet, médico, especialista en Ginecología y homeopatía, impartió
recientemente el taller “Homeopatía y
mujer. Aplicación práctica”, en el marco del XIV Encuentro Nacional de
Salud y Medicina de la Mujer (SAMEM). La experta habló de las aplicaciones de
esta terapéutica en las patologías femeninas más frecuentes, en concreto,
resaltó la eficacia de la homeopatía para la preparación al parto, el posparto
y la lactancia. Y también trató el abordaje homeopático los trastornos
menstruales, la menopausia, infecciones ginecológicas de repetición, etc.
El 23% de usuarias regulares de homeopatía en nuestro
país la emplea en problemas
ginecológicos, de preparación al parto y la recuperación posparto. Además, según los últimos estudios, hasta 700 ginecólogos han recurrido a esta
terapéutica en su práctica clínica en alguna ocasión.
Además de las dolencias
relacionadas con el parto, los medicamentos homeopáticos también pueden
administrarse para los trastornos más comunes derivados de la lactancia como
son las grietas, fisuras e inflamación en los pezones. Igualmente se emplean en el abordaje de la mastitis, que puede
llegar a suponer la retirada de la lactancia materna. Los medicamentos
homeopáticos pueden ayudar a la hora de promover la secreción de leche cuando
ésta no ha subido lo suficiente de manera natural.
El uso de homeopatía también
es interesante en esta etapa de la mujer porque la medicación convencional
puede pasar a la leche materna y ser contraproducente para el bebé. Además, los
medicamentos homeopáticos suelen recomendarse en estos casos porque no se han descrito efectos secundarios
asociados a su toma. Por todo ello, la experta afirma que “se administran
frecuentemente durante el embarazo y la lactancia, tanto en mujeres como en
niños, incluso en lactantes, y pueden emplearse de forma complementaria con
otros tratamientos”.
La doctora resaltó también
que los medicamentos homeopáticos son
eficaces para aliviar otras patologías propias de las mujeres, como
trastornos circulatorios venosos (varices, las hemorroides, pesadez en las piernas…); dolores menstruales, problemas urinarios como cistitis, trastornos digestivos (náuseas, vómitos y estreñimiento), y respiratorios como
gripe y resfriados. Los trastornos anímicos,
la ansiedad o trastornos del sueño asociados, que se pueden presentar en cualquier etapa de la vida,
pueden ser abordados de igual modo por esta terapéutica.
Fuente: http://goo.gl/icK0Pi
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